Al realizar la preparación de superficie, el objetivo principal es lograr que dicha superficie permita que los recubrimientos a colocar se adhieran de manera satisfactoria. Y entre los diversos métodos de preparación de superficie contamos con el proceso de chorreado.
El chorreado abrasivo consiste en ejecutar la limpieza en cualquier clase de superficie, a través del lanzamiento de diversas partículas, con diferentes grosores, mediante un chorro de aire a mucha presión. Habitualmente, las presiones utilizadas en el proceso de chorreado se encuentran entre los 4 y los 8 bares.
Siempre tomando en cuenta la naturaleza o tipo de superficie a tratar o el grado de preparación que esta necesita y deseamos lograr, es que el material es proyectado contra las superficies que estamos tratando. De esta forma, se elimina cualquier contaminante. Y según el árido proyectado, el tamaño del mismo, el ángulo y la distancia a la que proyectemos, la cantidad de presión y hasta del tipo de boquilla, el acabado que conseguiremos será diferente, desde un Sa 1 hasta Sa 3.
Luego del procedimiento del chorreado, la superficie, a nivel microscópico, presentará una cierta rugosidad con picos y valles continuos con una profundidad variable entre las 1,5 y las 3,5 milésimas de mm. Esta medida de la rugosidad, depende de la granulometría que posean las partículas lanzadas a presión y de dicha presión.
¿Qué productos se usan como abrasivos en el chorreado de superficies?
En este método de preparado de superficie, generalmente se usan como abrasivos los siguientes productos: silicatos de magnesio, el silicato de aluminio, el bicarbonato, el vidrio sodio-cálcico en granos, microesferas de vidrio, piedra pómez y la granalla vegetal. Por supuesto, la preferencia de uno u otro, dependerá del tipo de superficie a preparar.
Algunas superficies a preparar con el chorreado abrasivo
La preparación de superficies con el chorreado abrasivo se garantiza una efectiva limpieza y un acabado excelente, difícilmente insuperable. Mediante este sistema se preparan los cordones de soldadura, los cantos vivos y cualquier defecto del acero. También se elimina la calamina, la pintura antigua en pésimo estado y hasta el óxido.
Ventajas del chorreado abrasivo de superficies
- Otorga acabados realmente insuperables, pues deja como resultado una superficie con mayor fricción y mayor penetración que los obtenidos por otros métodos de preparación.
- La superficie que se trata con esta metodología volverá al estado natural, incluso, queda completamente nueva.
- El chorreado abrasivo es un proceso que se realiza sin la adición de productos o sustancias químicas, así que, no existe daño ni a la superficie ni al medio ambiente.
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